jueves, 14 de enero de 2010

NÉMESIS = EGO

"En la mitología griega, Némesis (llamada Ramnusia, la ‘diosa de Ramnonte’ en su santuario de esta ciudad) es la diosa de la justicia retributiva, la venganza y la fortuna. Castigaba a los que no obedecían, a aquellas personas que tenían derecho a mandarlas y, sobre todo, a los hijos desobedientes a sus padres. Recibía los votos y juramentos secretos de su amor y vengaba a los amantes infelices o desgraciados por el perjurio o infidelidad de su amante." (Wikipedia)

El caso de la crisis eléctrica en el país ha empeorado desde la última vez que escribí, la lluvia no ha llegado y la represa del Guri sigue palo abajo día a día. Pero tomando en cuenta los comentarios realizados en mi artículo anterior sobre el cuestionamiento sobre la desinversión en el sector eléctrico del país, las costuras se han comenzado a ver como era de esperarse.

El día martes comenzó el racionamiento eléctrico en Caracas y Miranda, bajo un esquema de bloques sectorizados en grupos urbanos que no fué muy claro para muchos, ya que el mapa eléctrico de la capital, tomando el caos urbanístico al cual ha estado sometida, sólo lo entientenden en las oficinas de CORPOELEC.

Ya para el día de ayer, miercoles 13 de enero de 2010, a sólo 2 días del lanzamiento del magnánimo plan de racionamiento que prometía: una ciudad parecida a un tablero de ajedréz, iluminado público y semáforos de funcionamiento intercalado, noches a la luz de la vela y empleos a medio tiempo con trabajo acumulado, se decretó un parado inmediato desde el despacho presidencial...

No hubo ni hay gaceta oficial que respalde alguna de las medidas lanzadas para el cumplimiento de estos planes o la derogación de las respectivas medidas, ya que sólo bastó una llamada de Huguito a Mario Silva durante el nefasto programete de VTV que conduce el cocainómano mediático del régimen (Mario "nariz de turbina" Silva). Unos minutos al teléfono bastaron para que los borregos pretorianos del régimen pusieran manos a la obra y levantaran las switcheras de Caracas... Y aquí no ha pasado nada.

"Uno tiene que oir al pueblo, oír la verdad, no taparse los ojos, me puse a jurungar más y a preguntar más. Y, bueno, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Me he dado cuenta de que ha habido impactos no deseados en los cortes programados que se anunciaron el día de ayer y comenzaron anoche.

Quiero decirle al pueblo y pedirle a todos que difundan, especialmente, en Caracas: He ordenado suspender los cortes eléctricos. Porque este gobierno tiene que ser capaz de reconocer errores cometidos y rectificarlos a tiempo..."

Si bien este parece el final adelantado de la película, no es lo más importante de todo, ya que la verborrea del comandante una vez más le había traicionado en horas de la tarde, cuando durante una alocución declaró, desfachatadamente, que el problema eléctrico tenía dos culpables: el Niño y La Cuarta. La parte del Niño, todo el mundo la sabe, ya que hasta en la Misión Ribas enseñan el cíclo del agua, pero... ¿Quién diría que al echarle la culpa a la Cuarta todo se le devolvería?...

Según Huguito, la Cuarta tenía planes de expansión del sistema hidroeléctrico en el Caroní, debido a que era necesario incrementar la generación en concordancia con el crecimiento vegetativo del país, además de la instalación de unas pocas plantas termoeléctricas que sirvieran de soporte. Ante tal panorama de planificación para el año 1999 él prefiró suspender todo eso, porque haría depender al país en un 80% de la energía hidroeléctrica, cuando la generación (a su criterio) debía ser mayoritariamente termoeléctrica. Ya pasaron 11 años desde que el freno a los proyectos se aplicó, pero... ¿Que pasó con el resto de la inversión en todo este tiempo? ¿Quién es el verdadero culpable?...

Definitivamente, el que escribe los discursos de Chávez es su peor enemigo, su némesis. Peor que tener al enemigo bajo el mismo techo, es que tú seas tu peor enemigo, ya que es él mismo el que escribe sus discursos.

Ojalá la gente se acuerde de esto, cuando el circo aburra y el pan esté mohoso.

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