Las campanas suenan en la principal iglesia del pueblo mientras una comitiva lanza vítores y granitos blancos a los novios que salen eufóricos del templo celebrando su capacidad de fornicar a los ojos de Dios. Todo es locura y frenesí, fotos y pasteles, tequeños y bolas de carne frita son repartidas, mientras las palomas de la Plaza Bolívar caen muertas tras la inminente explosión de sus buches por consumir los granos de arroz perlado esparcidos en la entrada de caoba de la iglesia del pueblo, que ahora repica sus campanas en memoria de los caídos.
Tomando en cuenta las incontables protestas a favor del derecho de los animales y los innumerables reportes de esguinces de doñas encopetadas, la pagana tradición de lanzar arroz a los novios ha quedado en desuso, en primer lugar por que las palomas cuales ratas se atarugan con los este cereal y mueren, y en segundo lugar porque no hay nada más peligroso que combinar: tacones altos y muchos granitos cilíndricos en el piso. Esto ha provocado sustituir el ancestral rito de la abundancia por el MARIQUÍSIMO acto de lanzar burbujas de jabón, las cuales también son consideradas peligrosas por los más sabidos, alegando que al explotar lanzas millones de esquirlas de cadenas moleculares de carbono que provocan irritación ocular.
Independientemente de cuantas bodas tengan problemas de preproducción, debido a que las consuegras tradicionalistas y newage se agarren por los moños al discutir sobre burbujas y granitos asesinos, resulta que la situación no está muy fácil al final, ya que mandar a hacer los frasquitos de jabón -por más estúpido que sea fabricarlos- puede salir tan caro como el propio vestido, y el arroz fue nacionalizado ayer.
Está de más decir que lo que viene a continuación sea un ensayo sobre eventos nupciales, burbujas o derechos de animales.
En este país, toda decisión emanada del ejecutivo nacional resulta más escandalosa que una Dragg Queen borracha, por lo que la nacionalización de toda la producción de arroz ha causado uno de los peores infartos mediáticos, tomado el cuenta el electrocardiograma de la opinión pública va desde la alegría eufórica hasta clavarse las uñas en los ojos; pero más allá del circo de perros metiéndose en los almacenes y silos, expropiando la mercancía pagadera a cuando- le- dé- la- gana- al- estado.
Empresas como Polar, Sindoni y Mari han tenido que abrir sus puertas a los cascos verdes que se adentran a tomar posesión de los bultos y toneles donde guardan los granos, sin importar que ya estén prometidos algún cliente o que sean parte de la planificación del mes, ya que la orden es tomar posición ante una muy probable situación de descontrol del mercado, porque existe una realidad que han olvidado todos y es la carta bajo la manga que maliciosamente se está guardando el Jefe de Estado.
Hagamos un ejercicio retrospectivo, y tomemos en cuenta ciertos acontecimientos que en los últimos dos años han dejado en crisis, como loca y dando vueltas en el tacón a la Reina del Arroz con Pollo. Señores, el mundo está en crisis y “no hay masa pa’ bollo”:
· El calentamiento global ha cambiado profundamente la dinámica climática del planeta, provocando una considerable merma de la producción agrícola.
· Medidas de control de precio en algunos países productores de arroz sumado a lo anterior ha llevado a que los gremios de producción reduzcan sus programas productivos y por lo tanto la oferta, de un 15% al 20% en el caso de Argentina para el mes de junio del 2008.
· Al disminuir la oferta se produce el alza de los precios, que en el caso de los mercados internacionales se duplicaron en el caso de los cereales.
· La creación de instrumentos financieros carentes de respaldo ha colocado al mundo financiero en una crisis que ha disminuido la confianza en el sistema.
· Con un sistema financiero en el piso las materias primas, principales fuentes de ingreso de los países en desarrollo, se derrumbaron ante los ojos atónitos del mundo.
· La devaluación de las materias primas originaron mermas no sólo en las arcas de los vendedores, sino la adebacle de la industria transformadora, principalmente: energía y construcción.
· Un efecto dominó ha impactado en todos los sectores de la economía con la resultante ola de despidos masivos que se ve en el presente y por lo tanto la capacidad de consumo de miles de familias disminuye.
· La demanda disminuye y la oferta se mantiene inflexible, generando un circulo vicioso de desgaste del sistema que impactará de manera inevitable en lo económico, político y social.
Técnicamente hablando, nos encontramos con una estructura explosiva originado por un choque de demanda que, tal como los caldos de cultivo, estuvo macerándose en un mar de irresponsabilidad, corrupción, ceguera y esperanzas de bajas calorías, cuyo resultado probable será, pera miedo de unos y alegría para otros, una explosión social. Seamos claros en algo, la masa es estúpida, y cuando la gente tiene como divisa la pérdida de sensatez lo único que queda es una pila de cadáveres de, no exactamente, palomas atragantadas.
Según la teoría, existen varias formas de solventar estas situaciones antes de que lleguen a peores, mejor conocidas como “recetas” basadas en teorías de juego del “alguien tiene que ceder”. Los ingredientes a utilizar son diversos y se centran en el nivel de control que tendrán los agentes gubernamentales sobre el proceso, y dependerá de las creencias del que las implemente, pero el fin es un aumento de productividad tal que se restaure el estatus quo del “bienestar”.
A diferencia de otras ocasiones similares donde la inyección de capitales estatales, liberación de las barreras de pecio y la creación de comisiones tripartitas (gobierno, empresariado y trabajadores) se sentaban a buscar soluciones, el dudosamente ético gobierno revolucionario ha decidido tomar al cacho por los toros y adquirir, expropiar, comprar, saquear o como mejor le parezca, toda la existencia de arroz del país, a sabiendas de una inevitable explosión social originada en la escases y aumento de precios de los alimentos.
Resulta curioso que sea el terror la justificación del golpe de estado al la reina del arroz con pollo, pero en el mundo de Maquivelo es algo de lo más normal, y más allá de lo de “el fin justifica los medios”, no era mucho pedir un poquito de decencia, moral y buenas costumbres a la hora de irrumpir, so pretexto de seguridad alimentria, los almacenes de Empresas Polar y los de Sindoni en la búsqueda de granitos 99% enteros. Pero, repentinamente la paella de les volvió mondongo, cuando los cerdos fueron desenmascarados: el 45% del arroz del país se encuentra en manos del estado, y el resto entre privados, como por ejemplo Polar que sólo tenía el 8%, resultando en el estrepitoso final del circo con cacería de brujas acaparadoras que amenazaban con quitarle el tetero a los regordetes carajitos alimentados con Crem-Arroz Polly.
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