La de las 20.000 lochas

Con el "referendum aprobatorio" a la vuelta de la esquina; sobran las razones para dudar y hasta filosofar sobre un proceso cuya base es la reelección indefinida del presidente de la república.

Después de tanto "dale que te pego", donde:

1. Se intentó modificar la constitución (redactada por una asamblea constituyente propuesta por el "suciobicho" en cuestión), para que al final del bochinche electoral del 02 de diciembre de 2007 fuera rechazada, según los bolivarianos de manera "¡¿pirrica?!" y según los venezolanos "NEGOCIADA".
   
2. Se realizó un artilugio maléfico llamado HABILITANTE, a través del cual se procuró a pricipios del año 2008 aprobar unos dichosos "DECRETOS CON RANGO DE LEY" o "...DE LEY ORGÁNICA", donde dobladitamente se colaron varias de las perturbadoras propuestas del presidente: propiedad comunitaria, fuerzas armadas nacionales bolivarianas y ley de tierras, entre otras.

Ahora se quiere aprobar la reelección indefinida bajo la palurda excusa del "clamor popular" bajo la siguiente pregunta:

"¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República tramitada por la Asamblea Nacional que amplía los derechos políticos del pueblo con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana, en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo por el tiempo establecido constitucionalmente dependiendo su posible elección exclusivamente del voto popular? "

No sé si reir o llorar, o hacer de Shakira frente a tal desfachatez; debido a que de aprobarse permitiría que no sólamente el señor este se lance una y otra vez, sino también (porque esa fué la primera estrategia posible para acaparara más adeptos), podrán instalarse durante varios períodos los postulados para diputados, alcaldes, gobernadores y miembros de juntas parroquiales, entre otros. Lo que quiere decir que bajo el escenario más jocoso hablaríamos de una presunta monarquía con sus condes, marqueses, duquesas, lores y "¡¿loras?!" (jijijijijji) para el caso de los diputados y diputadas.

Lo más curioso de la dichosa pregunta es que: dado que lo único que limita a hacerse elegible a algún cargo es el clamor popular entonces podremos tener tanto candidatos inhabilitados (ya que por el clamor popular quedaría inválida cualquier sanción) como gente que por pura mamadera de gallo proponga de presidente a un chiguire o una pereza...

¿Cuál es la verdadera trascendencia e importancia de esto? ¿Cuál es su justificación o necesidad?...

Más allá de "presuntas-presunciones" y los cocteles molotov... NINGUNA